En gran parte de México se cree que los brujos malvados pueden convertirse en perros negros para poder cazar al ganado de los vecinos. En los estados del centro de México (como Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz) un hechicero es conocido como Nahual, en la península de Yucatán toman el nombre de huay chivo.
Al igual que ocurre con los humanos, los perros pueden sufrir depresión. Puede prevenirse si le prestas la atención suficiente y vais a dar paseos a diario.
El perro entiende un concepto de forma genérica, de esta forma se puede aplicar a una multitud de contextos.
Los perros han convivido con las personas durante miles de años. Descienden de los lobos y parecen haber sido domesticado hace entre 40.
Las orejas de tu can tienen 18 músculos ni más ni menos. Por eso son capaces de moverlas como si fueran parabólicas. Además les ayuda a mantener el equilibrio y las usan para expresarse igual que nosotros podemos utilizar los gestos con las manos.
Un perro puede entender al menos 250 palabras y gestos, algo que ocurre con los niños de 2 años. Es decir, los perros tienen la inteligencia de un niños de two años, y por esto se llevan tan bien
En una de las más famosas canciones de los Beatles existe una frecuencia aprender de perros que solo los perros pueden oír. Esta canción se llama “A Day during the daily life”
El Ibicenco: Probablemente el perro más representado en el arte egipcio. El Ibicenco es de origen egipcio, pero fue llevado de Egipto a la isla de Ibiza por los comerciantes fenicios en algún momento del siglo VII a.
32. En la Antigua China muchas personas se colocaban perritos pequeños en las mangas de su ropa para poder mantenerse calientes.
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Debido a mi gran interés por aprender humanidades, soy traductora voluntaria para WHE, lo que me da la oportunidad de profundizar en las olas del tiempo.
un humano que ha visto la luz de su desarrollo intelectual acompañado de este otro animal, lo poco que aún nos queda para recordar que somos animales también, que nos recuerda la conexión que aún podemos tener con la naturaleza, una parte de nosotros tan profunda que guardamos un espacio el uno del otro en nuestros ADN.
El temporal lo subdividimos en que un can aprende que en un momento del día sucede algo de interés para él, o que tras un evento pasa un lapso de tiempo hasta que esto ocurre.
No obstante, nos damos cuenta que cuando la pronunciamos ponemos la misma tonalidad que cuando decimos «vamos a la calle», y de ahí ellas captan la musicalidad de la palabra y le aplican el mismo significado.